1 PROGRAMA DE RECUPERACION DE PLANTAS MEDICINALES ...

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medicina tradicional, de la utilización de las plantas medicinales en las estrategias de biodiversidad ... El presente manual básico se ofrece como herramienta ...
PROGRAMA DE RECUPERACION DE PLANTAS MEDICINALES EN LAS COMUNIDADES*

Germán Zuluaga R. **

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Proyecto base para el desarrollo de Programas Comunitarios, 1994. MD, Director del Grupo de Estudios en Sistemas Tradicinales de Salud.

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INTRODUCCION Actualmente existen numerosas justificaciones para la promoción de las plantas medicinales en nuestro país, que son suficientes para empezar a desarrollar proyectos concretos; hablamos, entonces, de un recurso vegetal aprovechable, de un recurso terapéutico eficaz, de la reapropiación de los sistemas médicos y el rescate de nuestra medicina tradicional, de la utilización de las plantas medicinales en las estrategias de biodiversidad, conservación de los recursos naturales y de la incorporación en los programas de Atención Primaria en salud. Estamos convencidos de la importancia y la necesidad de continuar las investigaciones y de fomentar la participación académica y universitaria en relación con las plantas medicinales; pero, por otra parte, vemos que es urgente llevar las propuestas a las comunidades y apoyar o generar proyectos de participación comunitaria para la recuperación de plantas medicinales. El presente manual básico se ofrece como herramienta para motivar la creación de este tipo de programas y ha sido diseñado a partir de la revisión de experiencias similares en otros países, de los resultados de los programas que estamos desarrollando en Colombia y de la evolución de las políticas ambientales, culturales y de salud en relación con las plantas medicinales.

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JUSTIFICACION La Organización Mundial de la Salud (OMS) celebró en noviembre de 1977, en Ginebra, una reunión sobre promoción y desarrollo de la medicina tradicional, debido al interés creciente que este tema suscitaba en varios países. La 30a. Asamblea Mundial de la Salud, del mismo año, recogió este interés expresado en una resolución que servirá como punto de partida para la discusión del tema en los sectores formales de la salud. Para conseguir el objetivo "Salud para todos en el año 2.000" con la estrategia de la Atención Primaria, la declaración de Alma Ata dice textualmente en el numeral III: La atención primaria de salud se basa, tanto en el plano local como en el de referencia y consulta de casos, en personal de salud, con inclusión según proceda, de médicos, enfermeras, parteras, auxiliares y trabajadores de la comunidad, así como de personas que practican la medicina tradicional, en la medida en que se necesiten, con el adiestramiento debido en lo social y en lo técnico, para trabajar como un equipo de salud y atender las necesidades de salud expresas en la comunidad. (Salud Mundial, 1977)

A partir de entonces surgió un interés inusitado por las investigaciones sobre medicina tradicional, especialmente en los países de Africa y Asia. La OMS creó en Ginebra un grupo de trabajo para dirigir y coordinar estos estudios, con los siguientes objetivos: - Fomentar una consideración objetiva de los problemas relacionados con los sistemas de medicina tradicional, como medio de promover los servicios de salud y contribuir a su eficacia; - Examinar los aspectos positivos de los sistemas de medicina tradicional desde la perspectiva de la ciencia moderna, como primer paso para conseguir la máxima difusión de las prácticas útiles y eficaces y para desterrar las de efectos perjudiciales; - Promover la integración de los conocimientos y las técnicas de utilidad demostrada existentes en la medicina occidental y en los sistemas de medicina tradicionales. En la ejecución de este programa se dará prioridad a las necesidades de los países en desarrollo, principalmente en lo que respecta a los servicios primarios de salud, teniendo en cuenta las peculiaridades nacionales en materia de estructura política, de recursos económicos y de planes de desarrollo socio-económico. Se estimularán así mismo las investigaciones sobre sistemas de medicina tradicional, principalmente los trabajos de laboratorio y los ensayos clínicos orientados a la identificación de remedios eficaces de origen vegetal, animal o mineral; también se investigarán los aspectos psico-sociales y antropológicos de distintos sistemas tradicionales y se estudiarán ciertas técnicas precisas de utilidad reconocida.

Posteriormente, en marzo de 1988, la Organización Mundial de la Salud, la Unión Internacional para la Conservación (IUCN) y el Fondo Mundial para la Vida Silvestre (WWF) realizan en Chiang Mai, Tailandia, la Consulta Internacional de Conservación de Plantas Medicinales que dio a luz la declaración "Salve vidas, salvando plantas" la cual representa el punto de partida para una reflexión sistemática de la relación entre 3

naturaleza y salud: Nosotros, los profesionales de la salud y los especialistas en conservación de plantas, quienes nos hemos reunido por primera vez en la Consulta Internacional de Conservación de Plantas Medicinales, para reafirmar nuestro compromiso con el propósito colectivo de "Salud para todos en el año 2.000" a través de la atención primaria en salud y los principios de conservación y desarrollo sostenible en la "Estrategia Mundial de Conservación": - Reconocemos que las plantas medicinales son esenciales en la atención primaria de salud, tanto en la automedicación como en los servicios nacionales de salud; - Estamos alarmados por las consecuencias de la pérdida de la diversidad de plantas en todo el mundo; - Vemos con gran ansiedad el hecho de que muchas de las plantas que proveen drogas tradicionales y modernas están amenazadas; - Llamamos la atención de las Naciones Unidas, sus agencias y países miembros, otras agencias internacionales y organizaciones no gubernamentales hacia: -

La importancia vital de las plantas medicinales en el cuidado de la salud; La pérdida acelerada e inaceptable de esas plantas medicinales debido a la destrucción del hábitat y a las prácticas deforestadoras insostenibles; El hecho de que los recursos vegetales de un país son frecuentemente de importancia crítica para otros países; El valor económico significativo de las plantas medicinales usadas hoy y el gran potencial que tiene el reino vegetal para proveer nuevas drogas; La continua dispersión y pérdida de culturas indígenas, las cuales frecuentemente poseen la llave para encontrar nuevas plantas medicinales que puedan beneficiar a la comunidad global; La urgente necesidad de cooperación internacional y coordinación para establecer programas de conservación de plantas medicinales que aseguren cantidades adecuadas disponibles para las futuras generaciones. Nosotros, los miembros de la Consulta Internacional Chiang Mai, llamamos a todas las personas para que se comprometan a "Salvar plantas, para salvar vidas". Chiang Mai, Tailandia WHO, IUCN, WWF, Marzo 26, 1988

Como resultado de esta proclamación, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la UNESCO y el Royal Botanic Gardens (Kew, Reino Unido) crearon la Iniciativa People and Plants, la cual desarrolla sus actividades gracias al apoyo del Departamento de Agricultura de Estados Unidos y del Ministerio del Ambiente de Inglaterra, y que tiene como objetivo construir la capacidad de trabajar con comunidades locales en aspectos de conservación botánica, especialmente en países con selvas tropicales. La acogida mundial a la Declaración de Chiang Mai y a la Iniciativa People and Plants se refleja en el Directorio de Conservación de Plantas Medicinales publicado por la Agencia para la Conservación de la Naturaleza de Alemania Federal (1996), en el cual figuran 80 países y más de 120 instituciones; Colombia figura en dicho directorio, gracias a los 4

proyectos que estamos realizando. Finalmente, también en Colombia hay una creciente conciencia de la importancia que tienen las plantas medicinales. En el resumen ejecutivo "Culturas Médicas Tradicionales y Terapéuticas Alternativas" (1992) del Ministerio de Salud se destacan los siguientes aspectos: “Uno de los recursos más difundidos y promisorios utilizado por las culturas médicas tradicionales y las terapéuticas alternativas, es el de las plantas medicinales. Tienen un uso extendido entre personas de todos los estratos sociales. Algunos de estos productos han sido estudiados de manera amplia en muchos países del mundo, pero sobre otros persisten numerosos vacíos de conocimiento con respecto a sus propiedades, sus dosis apropiadas y su toxicidad. En los trópicos se encuentran dos terceras partes de las especies vegetales existentes en el mundo, de las cuales se ha estimado que al menos el 10% tiene un valor medicinal. Esto ha generado desde tiempo atrás un marcado interés por nuestra riqueza vegetal y botánica, y mecanismos de todo tipo se han utilizado para extraerla con fines científicos y comerciales. Nuestros bancos genéticos están siendo ampliamente utilizados por la industria farmacéutica multinacional para desarrollar medicamentos que luego debemos adquirir en el mercado internacional. En los países de América Latina el consumo de plantas medicinales tiende a aumentar en sectores sociales que hasta hace muy poco tiempo las habían sustituido por los medicamentos de síntesis química. Así mismo, los países adoptan políticas y desarrollan programas que fomentan el uso adecuado de estos recursos terapéuticos ancestrales, porque, en tales condiciones, ha sido demostrada su efectividad y su inocuidad y porque forman parte de nuestras tradiciones culturales. Numerosas evidencias indican que estamos entrando en una nueva etapa para la cual tenemos que estar adecuadamente preparados. Es de fundamental importancia intensificar las investigaciones interdisciplinarias e interinstitucionales para contar, en el corto plazo, con una farmacopea basado en plantas medicinales que, además, tenga un adecuado respaldo científico de seguridad para su uso en los programas de Atención Primaria”. (Ministerio de Salud de Colombia)

PROGRAMA DE RECUPERACION DE PLANTAS MEDICINALES EN LAS COMUNIDADES El objetivo fundamental es la creación de Programas de Recuperación y Promoción de las Plantas Medicinales en las comunidades locales, de acuerdo con los propósitos del Programa de Medicina Tradicional de la Organización Mundial de la Salud, de la Estrategia Mundial de Conservación de la IUCN y conforme a los lineamientos de la Declaración de Chiang Mai (Tailandia, 1988). Tenemos como objetivos específicos: 5

a.

Recuperar las plantas medicinales como un recurso vegetal aprovechable, tan importante para el hombre como el alimento, el combustible, las fibras y el paisaje que obtenemos del gran reino vegetal.

b.

Recuperar las plantas medicinales como un recurso terapéutico eficaz. Los estudios científicos recientes reiteran con insistencia la actividad y la eficacia de los remedios vegetales para la prevención y el tratamiento de múltiples enfermedades, así como la tradición de siglos muestra con la supervivencia del uso de las hierbas que realmente ha sido éste un recurso útil para el manejo de la salud a lo largo de la historia.

c.

En términos de Ecología, la conservación y recuperación de la Biodiversidad aparece como una estrategia fundamental para cualquier programa de carácter ambiental; las plantas medicinales, tal como la naturaleza misma las ofrece, son un componente más de esta diversidad biológica y la recuperación de su conocimiento y uso por parte de las comunidades humanas contribuye al fortalecimiento de esta estrategia de biodiversidad.

d.

Por último, el impacto de la civilización moderna con la ciencia y la tecnología, la masificación de la cultura gracias a los medios masivos de comunicación y la dependencia económica, política e ideológica de los países del Primer Mundo ha logrado como resultado en nuestros países un severo proceso de "deforestación cultural" y pérdida de nuestra memoria y nuestras tradiciones. La recuperación de la medicina tradicional y las plantas medicinales contribuirá al rescate de nuestra identidad cultural y de nuestras tradiciones, para fomentar un proyecto común en el que nos reapropiemos de nuestros recursos, en particular de los remedios vegetales y del manejo de la salud.

LA METODOLOGÍA DE TRABAJO COMUNITARIO CON PLANTAS MEDICINALES Características generales El programa se fundamenta en una propuesta específica de metodología de trabajo comunitario cuyas características han sido validadas en los últimos años. Con base en los lineamientos de la Iniciativa Mundial "People and Plants" auspiciada por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), el United Nations Educational, Scientific, and Cultural Organisation (UNESCO) y el Royal Botanic Gardens (Kew, UK), se promueven programas de recuperación y promoción de plantas medicinales en tres niveles de trabajo comunitario, los cuales se llevan a cabo bajo la guía metodológica y conceptual de los siguientes principios: 6

1. La Declaración de Chiang Mai (1988). 2. Las recomendaciones básicas de la oficina general del Programa de Medicina Tradicional de la Organización Mundial de la Salud (Ginebra, Suiza). 3. Los principios de la Convención de Biodiversidad de Río de Janeiro (1993). 4. Los lineamientos generales de la Declaración de Helsinki para las Investigaciones Biomédicas. 5. Las recomendaciones de Traffic International (1993). 6. Las Guías para la Conservación de plantas medicinales (OMS, WWF, IUCN, 1993). Los tres niveles de trabajo comunitario son: 1. Recuperación y promoción del recurso vegetal como una estrategia ambiental, lo que significa la conservación, recuperación y propagación de plantas medicinales, en especial para especies en vías de extinción incluyendo el desarrollo de: -

Bancos de germoplasma in situ y ex situ. Jardines Botánicos Medicinales Nacionales, Regionales y Locales. Huertos medicinales caseros. Establecimiento de Viveros para la Propagación de Especies. Elaboración de Herbarios y Clasificaciones Taxonómicas.

2. Recuperación y promoción de la memoria y la tradición incluyendo la búsqueda, recuperación y actualización de los conocimientos tradicionales sobre plantas medicinales en las comunidades campesinas, indígenas y negras. Este punto incluye el desarrollo de actividades como: -

Encuestas y entrevistas a ancianos, mujeres, niños y cabezas médicas tradicionales. Recorrido de senderos etnobotánicos (bajo la guía de líderes comunitarios). Realización de talleres de las plantas, las enfermedades y las técnicas agrícolas. Investigaciones etnobotánicas escolares.

3. Recuperación y promoción del uso de plantas medicinales y su incorporación prudente en los niveles de autocuidado y promoción de salud: -

Capacitación complementaria a los Promotores Rurales de Salud. Elaboración de cartillas divulgativas sobre salud y plantas medicinales. Monitoreo de los principios químicos, la eficacia y la toxicidad de las plantas medicinales.

Esto implica utilizar un grupo de plantas medicinales específicas escogidas bajo los siguientes criterios: 1. El uso exclusivo de plantas que están en el grupo "C" de las categorías toxicológicas de las plantas medicinales, de acuerdo con la clasificación del 7

programa Tramil (Enda Caribe-Naciones Unidas). Recordemos que esta clasificación divide las plantas en tres tipos: a) plantas "A" que son definitivamente tóxicas y su uso en humanos está prohibido, b) plantas tipo "B" son aquellas en donde existen dudas acerca de su posible toxicidad y se recomienda no utilizarse en humanos, y c) las plantas "C" son aquellas que, definitivamente, no tienen peligro de toxicidad y, por lo tanto, se permite su uso libre en humanos. 2. Se recomienda la utilización de plantas medicinales cuyo contenido fitoquímico sea reconocido y establecido por las diferentes farmacopeas. 3. Se recomienda el uso de plantas alimenticias con propiedades medicinales inherentes a su cualidad nutritiva o por contener principios activos terapéuticos reconocidos. 4. Empleo de plantas medicinales exclusivamente para el autocuidado y la promoción en salud, sin promover el uso de plantas en niveles secundarios o terciarios de la pirámide asistencial.

Motivación teórica a las comunidades Las plantas son los únicos organismos vivos capaces de obtener directamente la energía del sol y transformarla para su supervivencia y para la supervivencia de los animales y los seres humanos. Esto ocurre gracias a la fotosíntesis, una reacción química que ocurre en forma exclusiva en las hojas de los vegetales, en la cual el agua y el dióxido de carbono, con la energía del sol, se transforman en glucosa y oxígeno; el oxígeno es liberado por las plantas a la atmósfera y es utilizado por los animales y el hombre para la respiración. La glucosa es aprovechada por las plantas de diferentes maneras para producir madera, alimentos, fibras y sustancias medicinales, entre otros. De esta manera vemos que la naturaleza ofrece todo lo que necesitamos para vivir y mejor aún para vivir bien; además, los vegetales también son los encargados de producir el manto de suelo fértil para la siembra, los encargados de la regulación del agua y el clima en el planeta y, como ya vimos, de producir el oxígeno y limpiar el aire que respiramos. Si alguna de estas cosas nos faltara inmediatamente enfermaríamos. Por eso resulta importante reconocer que el reino vegetal es una gran planta medicinal. Por otra parte, encontramos que la utilización de las plantas medicinales puede traer muchos beneficios: a.

Nos evitamos en gran parte el alto costo de las drogas y los remedios de farmacia.

b.

Las plantas medicinales en su mayoría y bien usadas son menos tóxicas que las drogas. 8

c.

Con las plantas frecuentemente sí podemos mejorar muchas enfermedades que con las drogas no mejoran o sólo se calman.

d.

Como enseñan los mayores, si tomamos cotidianamente aguas de hierbas vemos que nos enfermamos menos y que las enfermedades nos atacan con menos fuerza. Es decir que las plantas nos previenen de muchas enfermedades.

e.

Si tenemos necesidad de tomar alguna droga, podemos al mismo tiempo utilizar plantas medicinales; si no ayudan, por lo menos no hacen daño y quizás permitan que la droga obre mejor, que tengamos que tomar menos cantidad de droga o tal vez que más adelante podamos suspenderla.

f.

Con las plantas medicinales estamos más cerca de la naturaleza y estamos aprovechando mejor nuestros jardines, huertas y parcelas.

g.

Si sembramos plantas medicinales conseguiremos que no se acaben y ayudaremos a la recuperación de los recursos del planeta que tristemente estamos acabando.

h.

Incluso podremos sembrar plantas medicinales para la venta, aprovechando que la gente está buscando más este recurso y que muchos países quieren que exportemos remedios vegetales que ellos no pueden sembrar por tener otros climas y otra vegetación.

i.

Debemos aprovechar lo que los ancianos de nuestras familias todavía pueden transmitirnos sobre las plantas medicinales y evitar que con ellos muera una sana tradición.

Componentes del programa Para un adecuado funcionamiento del programa necesitamos los siguientes elementos: la gestión comunitaria, la investigación etnobotánica, la recuperación del recurso vegetal, la promoción y educación popular, y la aplicación en la atención de salud. 1 Gestión comunitaria: La premisa básica para el éxito de un programa está en que el proyecto tenga como punto de partida la autogestión y la participación comunitaria, definida esta última por el Ministerio de Salud como la estrategia de las estrategias. Los actores son diversos y depende de las circunstancias de cada localidad. En términos ideales son tres los tipos de actores presentes: a) la comunidad, representada por los interesados (madres de familia, escolares, voluntarios), b) las organizaciones comunitarias como las juntas de acción comunal, los cabildos verdes, la parroquia y las organizaciones no gubernamentales, y c) la presencia estatal a través de las administraciones municipales, las secretarías de salud, etc. 9

Una vez surgida la inquietud para adelantar el proyecto se deben reunir los actores interesados y/o invitados para elegir un comité coordinador que se encargará de dirigir las actividades siguientes. En este comité es recomendable la presencia de un representante de cada sector, ojalá con características reconocidas de liderazgo; si las condiciones presupuestales lo permiten, conviene nombrar un coordinador ejecutivo como responsable general con dedicación de tiempo, pagado para esta actividad. 2 Investigación etnobotánica: En esta etapa se procura investigar el recurso medicinal de origen vegetal presente y conocido en la comunidad. Aunque metodológicamente hay varias opciones, conviene seguir el esquema siguiente: encuestas, entrevistas, salidas de campo, clasificación taxónomica y elaboración del documento final. Las encuestas pueden hacerse a distintos grupos generales de la población; sin embargo, por experiencia conocemos que los ancianos y las madres de familia son quien sostienen en alguna medida la tradición de los remedios vegetales, por lo que ellos se consideran la población más indicada para elaborar las encuestas. Pero también puede encuestarse a población joven escolar con el fin de evaluar el grado de pérdida del conocimiento tradicional. Las entrevistas requieren una dedicación de tiempo mayor para cada uno de los entrevistados y no puede tenerse un esquema básico puesto que la información a obtener es distinta en cada caso y debe dejarse un amplio margen de libertad para no sesgar o coartar el discurso del entrevistado. Aquí se pueden seleccionar personas que sean reconocidas en la comunidad como los conocedores de plantas medicinales, entre los que sin duda figuran curanderos, ancianos y comadronas, principalmente. En tercer lugar se adelantarán las salidas de campo para reconocimiento del recurso vegetal; los guías de campo deben ser escogidos entre los entrevistados, teniendo presente a los que hayan mostrado más conocimientos, más autenticidad y mejor disposición para colaborar en la información. Idealmente en estas salidas de campo ha de participar un especialista o técnico botánico para la adecuada recolección de material vegetal, su posterior procesamiento, clasificación e identificación taxonómica. En caso contrario puede hacerse esta recolección de manera empírica, tomando las muestras más representativas y recogiendo "mini-herbarios" en cuadernos. Siempre, en cualquier caso, debe llevarse un registro de notas de campo muy exacto que será llevado siquiera por uno de los miembros del comité coordinador del proyecto. También puede considerarse la recolección de material fotográfico, si el presupuesto lo permite, de manera especial para diapositivas que servirán más adelante en los talleres de educación y divulgación. En este punto es necesario que la investigación etnobotánica se complete con la adecuada clasificación taxonómica de las plantas reconocidas y la formación de un herbario para la comunidad. Este trabajo tiene que ser realizado por un botánico o técnico agrícola con experiencia, contratado según las condiciones presupuestales del proyecto. No cabe duda que la clasificación botánica es un requisito indispensable y con ella se logra unificar con exactitud la información botánica, para evitar así los problemas de las 10

mismas nominaciones vulgares para distintas plantas o varias nominaciones para la misma planta, fenómeno frecuente en distintas regiones del país o incluso entre los distintos curanderos y personas de una misma comunidad. Finalmente, el comité coordinador del proyecto con la información recogida deberá hacer un documento a manera de resumen que contendrá los siguientes puntos: a) Información general: nombre del proyecto, nombre de la comunidad, nombre del coordinador ejecutivo, integrantes del comité coordinador, entidades vinculadas al proyecto, nombre de cada informante, nombre del botánico o técnico agrícola que haya realizado la clasificación taxonómica, período de ejecución de la investigación y fecha de elaboración del documento, b) Las características del proyecto: relación de la forma como se gestionó la idea de adelantar el proyecto, grado de compromiso de las entidades vinculadas, apoyo presupuestal, descripción del área geográfica, descripción de la comunidad, población general y características políticas y culturales, objetivos del proyecto y cronograma de trabajo, c) Plantas medicinales: listado general de las plantas investigadas, su nombre científico (según la identificación taxonómica) y posibles usos, presentadas en orden alfabético según el nombre vulgar; luego se tendrá para cada planta una hoja o ficha con los siguientes elementos: nombre o nombres comunes, clasificación botánica, descripción de la planta, sitio de recolección o áreas donde se encuentra, usos conocidos, forma de preparación, nombre de los informantes y dibujo o muestra fotográfica si la hay, d) Encuestas: en caso de que se hallan realizado las encuestas deberá presentarse el formato de cada una de ellas y un análisis estadístico básico de los resultados, e) Listado de enfermedades y categorías del uso de plantas: con los datos encontrados en cada una de las plantas es posible hacer una lista de las plantas utilizadas para cada enfermedad y, según la claridad de la información recogida, establecer una clasificación de las categorías de uso. Este documento básico servirá como principal punto de referencia para los siguientes trabajos. Sin embargo, es importante en etapas siguientes del proyecto completar la información recogida sea para nuevas plantas, para nuevos usos de las ya anotadas o para otros datos reconocidos; además, un paso importante será hacer una investigación bibliográfica minuciosa de cada planta comparando la información y anotando el contenido químico, la farmacología y la referencia bibliográfica en cada caso. 3 Recuperación del recurso vegetal: El paso lógico a seguir después de la recuperación del conocimiento básico sobre plantas medicinales es la recuperación del material vegetal mismo que debe hacerse en dos niveles: jardines comunitarios y huertas caseras. Los jardines comunitarios deben ser realizados en la medida de lo posible en terrenos públicos cedidos para este fin. La meta más importante es la construcción del Jardín Botánico Medicinal en el que deben estar todas las especies reconocidas en la región; no obstante, esto requiere un presupuesto para la instalación y el funcionamiento, que en muchos casos será difícil de obtener. Por esta razón se ofrece como alternativa utilizar en forma compartida terrenos como el Vivero Municipal o zonas de uso común como parques, parroquia o escuelas. La instalación de un jardín escolar favorece además el 11

programa de educación y promoción popular. Pero el fundamento de la recuperación del recurso vegetal es la creación de huertos medicinales caseros para tener a mano el recurso y poder utilizar las plantas en el momento mismo de la prescripción. Como veremos más adelante, los huertos pueden instalarse en una parcela escogida por la familia para este uso exclusivo o pueden sembrarse las plantas en linderos, jardines ornamentales o incluso en macetas al interior de la vivienda. Las plantas medicinales sembradas de este modo son cuidadas de modo que no reciban contaminantes químicos tales como pesticidas y abonos químicos, haciéndolas más aptas para el consumo humano. 4 Educación y Promoción popular: Una vez conseguida la recuperación del conocimiento y de las plantas medicinales, conviene promover este recurso terapéutico en la comunidad, mostrando de distintos modos las bondades que traerá el uso de las hierbas para la salud, para la economía y para la ecología. La primera forma de educación se hace mediante la realización de talleres populares en distintas épocas: primero es preciso un taller de uso popular de plantas para informar a la comunidad en forma general sobre el proyecto y los resultados obtenidos tanto en la investigación etnobotánica como en la conformación de jardines, a manera de motivación. Después debe realizarse un taller para enseñar a utilizar los remedios vegetales en las enfermedades más comunes, con modo de preparación, dosis, indicaciones, posibles reacciones secundarias y advertencias. Por último, como lo enseña la experiencia de otros países, es importante adelantar talleres para discusión de enfermedades comunes y su manejo, en los que conviene invitar a los curanderos, los ancianos y los médicos para intercambio de conocimientos y complemento de información; aquí ocuparán un primer lugar los talleres para enfermedades como la diarrea infantil, las infecciones respiratorias, los problemas de embarazo y parto, la hipertensión y las enfermedades de los nervios. Además de los talleres, cada comunidad deberá realizar a mediano plazo una cartilla básica de plantas medicinales con dos capítulos: 1) las principales plantas para uso diario, y 2) las enfermedades que pueden tratarse con remedios vegetales. Sin embargo, la mejor manera de adelantar una verdadera educación es promover este tema desde la etapa escolar: por una parte, crear la materia de botánica médica dentro del pénzun académico oficial de la primaria y el bachillerato y, por otra, construir los jardines satélites escolares de plantas medicinales, procurando asignar a cada alumno una planta particular que debe cuidar e investigar durante el año académico, incluyendo revisiones bibliográficas sobre la planta misma y entrevistas a mayores y familiares. Por último, una herramienta útil para la educación consiste en realizar senderos educativos, que pueden ofrecerse como paseo, para enseñar las plantas medicinales en el propio terreno, procurando, además, que cada persona lleve su propio cuaderno de notas y adelante su mini-herbario, recurso útil para facilitar la memoria y la apropiación de cada planta. 12

5 Aplicación en la atención de salud: Una consecuencia lógica de un buen programa de promoción popular de plantas medicinales es conseguir que la comunidad realmente comience a utilizarlas en la medicina casera y en el nivel de atención primaria en salud. Pero, por otra parte, también se deberá llegar a la incorporación de este recurso terapéutico en los servicios formales de salud; otras experiencias señalan la posibilidad de usar las plantas en el puesto o centro local de salud, bien sea por un médico debidamente preparado (lo cual resulta difícil, por ahora) o por promotores de salud entrenados para este propósito. Otro nivel de aplicación en la atención de salud es la creación de la botica comunitaria de plantas medicinales, la que permite a la población obtener con facilidad las plantas requeridas y al mismo tiempo se convierte en un foco aglutinador de la experiencia. Criterios básicos para el uso de plantas medicinales Aunque resulta difícil que en principio tengamos un manual básico para el empleo de las plantas medicinales en la comunidad puesto que depende del tipo de plantas encontradas, de las enfermedades más frecuentes allí presentes y de la tradición vigente en esa localidad, ofrecemos a continuación unas pautas fundamentales, comunes y claves para cualquier proyecto: •

Tener una alimentación sana y balanceada, con un alto contenido de frutas, verduras, leguminosas, cereales y todos aquellos productos de origen vegetal, ya que muchos de estos productos además de su propiedad nutritiva ofrecen un efecto terapéutico o preventivo de enfermedades.



Aprender a escoger plantas medicinales entre los alimentos, especias, estimulantes y condimentos que usamos cotidianamente en nuestra cocina, ya que resultan ser los más seguros, inocuos y fáciles de conseguir en caso de urgencia; vemos cómo el apio y el repollo son antiinflamatorios, el tomate es útil para las lesiones de boca y garganta, la cebolla y el ajo sirven como antibióticos, la zanahoria y la papa cruda para las úlceras del estómago, la manzana para la diarrea y la naranja para prevenir las gripas.



Manejar con plantas medicinales la enfermedad diarreica aguda y las infecciones respiratorias, los dos problemas de salud más frecuentes en todo el mundo.



Acostumbrar con cierta frecuencia el uso de purgantes de origen vegetal, bien sea para limpiar el hígado y el tubo digestivo o bien para eliminar los parásitos. Un cuerpo "purgado" es más resistente a las enfermedades.



Aprovechar la hora de ayunas, recién levantados, cuando tenemos el sistema digestivo sin trabajar y descansado, para consumir una fruta o alguna planta medicinal si estamos en tratamiento médico, ya que todo parece indicar que su aprovechamiento es mejor. 13



Aun en tiempo de sentirnos saludables conviene tomar aguas de hierbas frescas que nos limpian el organismo y nos previenen de enfermedades.



Cuando el médico nos ha ordenado un tratamiento con drogas de farmacia, podemos casi siempre acompañar la prescripción con plantas medicinales que ayudarán a una más pronta mejoría. Se puede usar al mismo tiempo drogas y plantas medicinales.



En todos los casos es preferible usar plantas frescas, recogidas en un sitio conocido, que no contengan contaminantes químicos, abonadas con material orgánico y regadas con agua lluvia o agua potable.



También conviene que nosotros mismos aprendamos a preparar los remedios como tinturas, jarabes, cocimientos, infusiones, cataplasmas, emplastos, vapores, baños, sahumerios, colirios, gotas nasales, ungüentos, etc. para conseguir una mayor eficacia y economía.



Tener a mano un libro de consulta de plantas medicinales para seguir sus orientaciones en todos los casos. En Colombia podemos encontrar algunos útiles como los textos de Lizandro Vásquez, Eugenio Arias y Alfonso Portilla, o las cartillas publicadas por la Fundación Herencia Verde.

Guía de plantas a recuperar Con algunas variaciones propias de cada región, podemos encontrar seis grupos de plantas medicinales para la recuperación en los huertos medicinales caseros: Plantas alimenticias: Como vimos antes, los alimentos de origen vegetal resultan ser las primeras plantas medicinales y las más fáciles de conseguir; además, resulta obvio suponer que si las consumimos por alimento no producen ningún tipo de toxicidad por lo que tampoco afectarán al ser usadas como medicinales. En este caso la huerta casera clásica de verduras se puede convertir al mismo tiempo en huerta medicinal, con los mismos productos. Plantas aromáticas: Todavía son el grupo de plantas que la población colombiana conserva en sus jardines; sirven para el consumo de tisanas o "aromáticas" como bebidas comunes por su agradable sabor y por supuesto para utilización en caso de enfermedades. Por otra parte es importante considerar que muchas de estas plantas sembradas en sitios especiales de los jardines ayudan a combatir plagas e insectos o pueden favorecer el crecimiento de plantas vecinas; muchas de ellas también pueden servir como ambientadores en el interior de las viviendas y algunas sirven como insecticidas. Plantas ornamentales: Es difícil encontrar una buena ama de casa que no guste tener su propio jardín de flores, para adornar así el exterior de las viviendas y recoger las flores 14

para ser colocadas en las zonas sociales de la vivienda o para ornar alguna imagen religiosa. Muchas de las plantas medicinales tienen hermoso florecimiento y pueden entonces al mismo tiempo servir con fines ornamentales. Arboles: Por todos es ya conocido la importancia de sembrar árboles en todas partes; con ellos conseguimos sombra, madera, frutas, cercas vivas, control de la erosión, regulación de los cauces de agua, entre otros beneficios. También muchos árboles son medicinales, usando sus hojas, su corteza o sus frutos, según el caso. "Malezas": Esta palabra no debería ser empleada para ninguna planta; hoy sabemos que cada planta puede tener una función o una utilidad que quizás no conocemos; muchas de estas hierbas tienen un efecto medicinal importante que podemos aprovechar. Espontáneas: Por último, sabemos que en forma espontánea crecen cerca a los andenes, en las orillas de los caminos y los ríos, en los potreros y en todas partes numerosas plantas que la gente ha dado en llamar malezas o monte con criterio despectivo; también muchas de estas plantas espontáneas tienen gran propiedad medicinal y al descuidarlas nos exponemos a que desaparezcan para siempre. Otras características del proyecto Las investigaciones fitoquímica y farmacológica son opcionales y preferiblemente se adelantarán, si hay interés institucional y apoyo presupuestal, para validación de posibles efectos tóxicos de algunas plantas o para el estudio de ciertas plantas que la comunidad destaque como muy eficaces. El estado actual de conocimientos permite afirmar que la validación de los usos y eficacia de los remedios vegetales es difícil, dispendiosa, sujeta a interrogantes como el sinergismo o antagonismo de sustancias en una misma planta o de varias plantas en un mismo preparado; además, debemos aceptar que la tradición milenaria y la supervivencia del recurso en la cultura de salud constituyen la mejor prueba de su eficacia y poca toxicidad. Distintos autores han llegado a la conclusión de que para la mayoría de las drogas de origen vegetal usadas en la medicina moderna fueron obtenidas a partir de informaciones etnográficas, dando así lugar a la disciplina conocida como etnofarmacología. En todos los casos los proyectos deben contar con asesoría externa que se puede encontrar en algunas organizaciones dedicadas a la promoción de las plantas medicinales en la salud y en la ecología; esta asesoría debe ser transitoria y ajustada a aquellos aspectos que la comunidad o el comité coordinador consideren más difíciles. Tarde o temprano esta asesoría deberá ser prestada por el Ministerio de Salud y las universidades, contando además con un equipo de salud que esté debidamente adiestrado en la materia de plantas medicinales. Son muchos los indicadores que podremos utilizar para la evaluación del proyecto; en el presente manual proponemos los siguientes: 1) % de disminución de medicamentos en el botiquín doméstico, 2) % de aumento de plantas en el jardín o la parcela vecina a la 15

vivienda, 3) disminución de gastos (en pesos) por consumo de medicinas y asistencia sanitaria en la canasta familiar, y 4) disminución de los índices de morbilidad general para cierto grupo de enfermedades. A manera de conclusión, queremos resaltar dos características fundamentales de estos programas: utilización de plantas medicinales en la atención primaria de salud, para recuperar un recurso terapéutico eficaz, y siembra de plantas medicinales caseras para recuperar un recurso vegetal aprovechable.

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