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Allan. Poe de una predisposición positiva que no debemos desaprovechar.
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EL GATO NEGRO
Edgar Allan Poe Ilustraciones de Enrique Flores
© Grupo Anaya, S. A., Madrid, 2002 Tus Libros Selección Trabajo realizado por: Mercedes Villegas y Carlos Abio Coordinadora del proyecto: Isabel Morueco Director editorial: Antonio Ventura
EL GATO NEGRO
tor por situar a sus personajes en el límite mismo de una dualidad: vida-muerte, cordura-psicosis. Los ambientes opresivos, las enfermedades físicas o mentales, los efectos de las drogas y el alcohol o, sencillamente, una especie de hado fatal, les confieren ese carácter extraordinario que genera la angustia en el lector.
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RGUMENTO
Los cuentos de Poe seleccionados para la presente edición ofrecen situaciones diversas con un transfondo común: la inquietud emocional que generan en el lector. En algunos de los relatos, los personajes se verán empujados hacia situaciones límite por factores externos: un gato que ejerce extraños efectos en la personalidad del protagonista (El gato negro), un barco fantasma que aparece en medio de una tormenta (Manuscrito hallado en una botella) o un remolino diabólico contra el que solo la fuerza de la razón ofrece un atisbo de esperanza (Descenso al Maelström). En otros, será la crueldad humana llevada a sus extremos la que provoque el espanto, amparada en ideas que justifican la tortura (El pozo y el péndulo), movida por un afán de venganza personal (Hop-Frog, El tonel de amontillado) o justificada indirectamente por una psicopatía espeluznante (El corazón delator). El terror producido por ideas asociadas a la muerte predomina en el resto de los relatos: el entierro en vida (El entierro prematuro, Berenice, La caída de la casa Usher), la reencarnación (Ligeia) o la hipnosis como forma de frenar los efectos de la muerte (Los hechos en el caso del señor Valdemar). Sin duda, el factor común argumental más llamativo en todos los relatos es esa especie de obsesión que observamos en su au-
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OMENTARIO
La literatura de misterio o terror ejerce en el lector adolescente una fascinación indiscutible. Enfrentarse a situaciones, temas e ideas prohibidos o, al menos, disfrazados durante la infancia les sitúa en un plano más cercano al adulto. Partimos, por tanto, al ofrecer la lectura de la presente selección de relatos de misterio de Edgar Allan Poe de una predisposición positiva que no debemos desaprovechar. La lectura de estos doce relatos de terror ofrece la posibilidad de educar la sensibilidad literaria de los jóvenes lectores, al descubrir la calidad indiscutible del autor en la utilización de recursos propios del género. Esta posibilidad resulta particularmente interesante en el caso del subgénero narrativo que nos ocupa, ya que dentro del mismo abundan especialmente las obras de carácter escabroso, morboso e insustancial. Conocer ayuda a saber elegir. Los doce cuentos que constituyen este volumen son relatos independientes; sin embargo, encontramos ciertas constantes te2
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Los personajes femeninos son secundarios. Cuando aparecen, son mujeres jóvenes que hallan la muerte o que padecen enfermedades extrañas, hechos que provocan el horror en los personajes masculinos de un modo directo: resurrección, reanimación tras una muerte aparente; o indirecto: angustia ante la idea de la muerte. El narrador participa siempre de la acción (narrador interno). A veces es el propio protagonista el que relata los hechos; en ocasiones, se trata de un observador aparentemente lúcido y poco dado a las supersticiones, lo cual contribuye a acentuar la verosimilitud de lo narrado.
máticas que confieren al libro un carácter de relativa unidad y que se derivan de la singularidad de su autor, de sus propias experiencias vitales y obsesiones. La calidad narrativa, el preciosismo con el que el autor realiza las descripciones de ambientes y personajes para crear en el lector una predisposición anímica son quizás los valores literarios más destacables de esta lectura. Además la atracción por lo sobrenatural y lo irracional que se puede observar en estos relatos supone un ejemplo extremo del afán romántico por romper con el racionalismo imperante en sus predecesores literarios y culturales durante el denominado Siglo de las Luces. Por último, no podemos obviar el valor educativo que aporta la lectura de relatos de misterio y terror como medio de objetivar los propios miedos y de superarlos. La mayoría de los personajes protagonistas de los relatos comparten características físicas y psicológicas singulares que, de algún modo, los hacen proclives a las experiencias irracionales a las que van a enfrentarse: palidez extrema, delgadez, deformidad; hipersensibilidad, autocompasión, resignación, dejación, crueldad, falta de escrúpulos morales...Todas ellas son características recurrentes en muchos de los personajes de Poe. Podríamos decir que crea mediante sus descripciones toda una estética del terror, a pesar de que en las descripciones físicas eleva a la categoría de hermoso lo que en un principio podría parecernos espeluznante.
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ALORES
❑ La razón para sobreponerse a situaciones límite: fundamentalmente en Descenso al Maelström y en El pozo y el péndulo. ❑ La transgresión de las leyes humanas (asesinato) o naturales (no aceptación de la muerte) recibe siempre un castigo, con la sola excepción de un relato: El tonel de amontillado, en el que el protagonista queda impune. ❑ Descubrir y analizar cómo determinados recursos descriptivos de ambientes y personajes pueden generar una sensación determinada en el lector, en este caso, la angustia, la anticipación del miedo. ❑ El descubrimiento de que lo irracional puede contener también una lógica interna. 3
EL GATO NEGRO
A C T I V I D A D E S NUESTROS MIEDOS
ANTES
Realizadas las actividades anteriores, se habrá creado ya un clima de misterio en los lectores que puede dar pie a una actividad de carácter lúdico. Reírnos de nuestros propios miedos es un mecanismo eficaz para superarlos. En primer lugar, los alumnos confesarán una situación que les aterrorice; una vez recogidas todas las situaciones que surjan, deberán proponer ideas para vencer el miedo en cada situación, a modo de frase publicitaria.
DE LA LECTURA SUPERSTICIONES Partiendo del título del volumen, los alumnos deberán anticipar el tipo de relatos a los que se van a enfrentar. Tanto si conocen al autor como si no, la mención de un «gato negro» les sugerirá la idea del misterio, del terror, una asociación de ideas basada en la superstición. Podemos pedirles que nombren otras asociaciones de carácter supersticioso que conozcan y que investiguen su origen.
«MANUSCRITO HALLADO EN...» Si se ha realizado la actividad de las anticipaciones, a partir del título de uno de los relatos —Manuscrito hallado en una botella—, los alumnos, divididos en equipos, narrarán el encuentro de un manuscrito con tres voces: un diálogo de dos personajes y un narrador. El contenido de dicho manuscrito debe girar en torno a un misterio que resolver, un hecho insólito, un suceso trágico, algo que invite a la investigación, a defender una causa justa, etc. Después, cada equipo representará esta breve narración, teniendo en cuenta que debe tener un final abierto y, a ser posible, sorprendente. Pueden representarlo como si se transmitiera por radio, con efectos sonoros y música de fondo. Para ello, un miembro del equipo se encargará de «manejar» la música, los ruidos, etc.
ANTICIPACIONES Las ilustraciones del volumen son enormemente sugerentes. Por ello, ampliaremos en fotocopias 12 ilustraciones (una por cada cuento), las expondremos con el título correspondiente y las distribuiremos entre los alumnos, divididos en parejas (o 12 grupos). A partir del análisis de las ilustraciones y con la ayuda de los títulos y los pies de ilustración, los alumnos deberán escribir individualmente o por parejas anticipaciones del contenido de los relatos. Tras la lectura contrastaremos los relatos de los alumnos con la historia real de cada relato. También se pueden encuadernar las mejores propuestas de los alumnos. 4
EL GATO NEGRO
HASTA AQUÍ HEMOS LLEGADO
DESPUÉS
En algunos de los relatos, hay un elemento externo que provoca en los protagonistas una reacción criminal: el gato negro ejerce un misterioso poder destructivo en el protagonista del primer cuento llevándolo al asesinato; un ojo entelado en El corazón delator exaspera al protagonista hasta el extremo de provocar la muerte del hombre con el cual convive; el abuso de poder en Hop-Frog o los agravios en El tonel de amontillado llevan a los personajes a cometer atrocidades sobrecogedoras... El afán de venganza puede llegar a ser el motor de actos injustificables. ¿Qué situaciones podrían llegar a provocar en nosotros un afán de venganza comparable al de los relatos de Poe? Cada uno expondrá una situación que considere límite en este sentido, «la gota que colma el vaso». Los demás opinarán al respecto, intentando quitar importancia a las situaciones que hayan expuesto sus compañeros. De este modo, podremos relativizar su importancia y constatar que no hay nada que pueda justificar la crueldad desmedida.
DE LA LECTURA ¿QUÉ CUENTO ES MÁS TERRORÍFICO? Antes de iniciar la lectura, se comentarán en clase los dos mecanismos esenciales que utiliza el autor para generar en el lector la angustia: el terror psicológico (a partir de situaciones más o menos cotidianas) y el más evidente (el que se basa en elementos terroríficos en sí mismos). Les pediremos que, al final de la lectura, ordenen los cuentos según el grado de miedo o inquietud que haya provocado en ellos la lectura y que analicen en cada caso el mecanismo que ha utilizado el autor. Se pondrán en común los resultados y se elegirá democráticamente el relato más aterrador del volumen. Además podremos analizar cuál de los dos mecanismos descritos antes de la lectura ha resultado más eficaz.
¿POR QUÉ TEMEMOS TANTO A LA MUERTE?
FICCIONES REALISTAS
En los relatos de Poe, la muerte es un elemento recurrente, garantía casi absoluta del efecto inquietante que el autor persigue. Nuestra cultura se enfrenta a la muerte de un modo poco natural. Debatiremos el tema con los alumnos y les propondremos que busquen información sobre la manera de entender o aceptar la muerte en otras culturas.
Enlazando con la actividad anterior, les propondremos que utilicen las situaciones límite que hayan propuesto como punto de partida para escribir sus propios relatos de misterio, bien sea a modo de cuento, bien siguiendo el modelo de una noticia periodística (sección sucesos).
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EL GATO NEGRO
BELLEZA ROMÁNTICA
lelamente, investigarán también cuáles eran los métodos de tortura utilizados por los inquisidores. Pueden realizar una exposición de dibujos inspirados en dichos métodos de tortura, a los que podrán añadir otros que conozcan a través de lecturas, películas, etc.
Durante la lectura, los alumnos tomarán nota de los rasgos físicos de los personajes femeninos de Poe, con el fin de llegar a establecer el ideal de belleza romántico. Una vez establecido por consenso ese ideal, lo compararemos con el ideal de belleza que prevalece en nuestros días. El resultado final de este trabajo puede ser un análisis de qué valores culturales justifican en cada época (la romántica y la actual) un determinado concepto, en este caso la belleza.
PELÍCULAS DE TERROR El presente trabajo puede proponerse en grupos. Cada grupo elegirá una película de terror que les haya afectado especialmente. A estas alturas ya conocen diferentes técnicas narrativas que pueden utilizarse para provocar desasosiego, inquietud. Volverán a ver la película que hayan elegido y escribirán una crítica basada fundamentalmente en el análisis de los recursos utilizados por el director: visualización directa de escenas terroríficas (asesinatos, sangre, muerte...), creación de ambientes sugerentes (casas misteriosas, cementerios, tormentas...).
AMBIENTES SINIESTROS El autor es un maestro indiscutible en la descripción de espacios y ambientes aterradores. Durante la lectura deberán copiar o señalar fragmentos descriptivos con el fin de encontrar elementos recurrentes. Utilizando esos mismos elementos y añadiendo todos aquellos que surjan de su propia imaginación, los alumnos elaborarán descripciones de espacios que sugieran situaciones de terror, a modo de inicio de un relato. Después intercambiarán las descripciones aleatoriamente y otro alumno deberá continuar la historia, dejándose llevar por las sugerencias que se deriven de la descripción.
LA CULPA A partir del relato El corazón delator, propondremos a los alumnos que reflexionen sobre el sentimiento de culpa. Este sentimiento puede producirse como consecuencia de un hecho consumado, pero también puede formar parte de un delirio. En este caso, el sujeto vive atormentado por algo que cree que ha cometido. El cine y la literatura han tratado este tema en numerosas ocasiones. Podemos, por ejemplo, sugerir a los alum-
LA INQUISICIÓN Proponemos un trabajo de investigación histórica sobre la Inquisición española: cuándo y por qué surgió, qué perseguía, cómo actuaba, cuándo desapareció. Para6
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yor interés para los alumnos y dividiremos la clase en cuatro equipos. Cada equipo describirá el proceso (según se imaginan) por el que el sujeto elabora su sentimiento de culpa y las consecuencias (positivas o negativas) del mismo. Cada equipo lo expondrá al resto de la clase, y entre todos se analizará la coherencia de la exposición y se contemplarán otras posibilidades diferentes a las sugeridas por el equipo. Por último, releeremos el relato de Poe. ¿Se trata en realidad de la fantasía de un loco? El texto comienza diciendo: ¿por qué «dirán» que estoy loco? Si así es, ¿existe alguna diferencia entre el sentimiento de culpa experimentado por un sujeto loco y por uno cuerdo? Por último, podemos invitarles a que cambien el punto de vista del narrador y escriban otro relato (con el mismo argumento, aunque con algunas variantes), escrito por el viejo.
nos que vean la película La mujer del cuadro, protagonizada por Edward G. Robinson. También podemos comentar obras como Crimen y castigo. En cualquier caso, hablaremos de los «descuidos» de alguien que comete un delito, de la conocida frase de que «todos vuelven al lugar del suceso». Salvo en el caso de un psicópata, cuya patología se caracteriza por la ausencia total del sentimiento de culpa, todo aquel que delinque o comete un crimen acaba sintiendo, con mayor o menor intensidad, el sentimiento de culpa, que provoca desde la restitución del daño o la «enmienda» personal, hasta la autodestrucción por medio del suicidio. Los alumnos recabarán información sobre los sucesos más recientes e imaginarán no lo que los medios de comunicación refieren («parecía tranquilo, no manifestó arrepentimiento...») sino lo que ellos piensan que siente esa persona. Seleccionaremos los cuatro sucesos de ma-
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