Fragmentos del diario de Ana Frank - Las Neuronas de SAK

Fragmentos del diario de Ana Frank Miércoles 5 de enero de 1944, Querida kitty: lo que me sucede me parece maravilloso: no solo los cambios visibles en mi cuerpo, si lo que se verifica en mi interior. Nunca hablo con nadie sobre estas cosas, por eso es que debo contártelas a ti. Cada vez que tengo mi periodo solo tres veces_ tengo la sensación de guardar un secreto muy tierno, a pesar del dolor y de la molestia. Por eso es que aunque en cierta forma es una lata, siento deseos de que este secreto se repita. Antes de venir aquí, inconscientemente experimente sensaciones semejantes, porque recuerdo que al pasar la noche en la casa de una amiga, tuve el irresistible impulso de besarla, lo que desde luego hice. Sentí gran curiosidad por su cuerpo, que nunca había visto. Como prueba de nuestra amistad, le pedí que ambas nos palpáramos los senos, pero ella se rehusó. Cada vez que veo la imagen de una mujer desnuda, como por ejemplo, venus, me quedo extasiada. Me parece tan maravillosamente bella, que me cuesta detener las lágrimas. ¡Si por lo menos tuviera una amiga! Viernes 7 de enero de 1944 querida kitty: este sueño me ha trastornado. Cuando papa me beso esta mañana, hubiera querido gritarle: ¡oh, si fueras Peter! No puedo ni pensar en el; me paso el día repitiendo: ¡Peter, querido Peter! ¿Quién podra ayudarme? No me queda mas que continuar la vida de todos los días, rogando a Dios que si alguna ves llego a salir de aquí, permita que Peter se cruce en mi camino, para que pueda leer en mis ojos mis

sentimientos y diga: ¡oh, Ana! Si lo hubiera sabido, desde hace mucho tiempo hubiera acudido a ti! Fragmentos de El profeta De Gibran Jalil gibran De la alegría y de la tristeza Algunos de vosotros dirán: es más importante la alegría que la tristeza. En cambios otros dirán: no, la tristeza es lo más importante. Pero yo os digo: ellas son insuperables. Juntas vienen, y cuando una se sienta sola con vosotros a vuestra mesa, recordad que la otra esta dormida sobre vuestra cama. Del placer Casi siempre que os priváis del placer, lo que hacéis no es otra cosa que almacenar el deseo en lo mas recóndito de vuestro ser. ¿Quien no sabe que lo que aparentemente es omito hoy, aguarda para mañana? Hasta vuestro cuerpo conoce su herencia y su autentica necesidad, y no será engañado.