Porsche 911/996

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996 refrigerado por agua, que presenta los modelos ... posibilidad de usar una caja manual de seis velo- cidades ... 911 de Porsche desde que se creó en 1964  ...
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Porsche 911/996

de la refrigeración por aire NA de las características fundamentales de la serie 911 de Porsche desde que se creó en 1964 fue la de su sistema de refrigeración por aire, que se basaba en una turbina posterior y un radiador de aceite en su parte delantera, y así los originales 911 S, T, R, Carrera, SC, 964 y 993 mantuvieron este sistema, con ciertas variantes puntuales a lo largo de los años, relativas a cuestiones como la evolución en el 911 T del sistema de alimentación que pasó a sustituir los clásicos carburadores de doble cuerpo, por el sistema de inyección, que inicialmente fue la K-Jetronic. Otro de los cambios se produjo en 1977 cuando comienza la producción del primer 911 Turbo, coche que contaba con un motor turboalimentado, con lo que se aumentaba la potencia a igualdad de motor, si bien las normas anticontaminación se fueron haciendo cada vez más estrictas y resultaba imposible mantener el motor en disposición trasera, sobre el mismo espacio sin que superase los niveles de contaminación, y sin que bajase la potencia propia de esta serie que estaba ya entre los 271 y 286 caballos en su modelo sin turbocompresor, y que llegaba a los 424 CV con este aditamento en su sistema de propulsión, pero que no debemos olvidar que suponía mayor tamaño y mayor necesidad de ventilación, lo cual implicaba sacar espacio de donde no lo había, como demuestra el alerón trasero que se aplicó al 911 Turbo, del cual la parte superior era una bandeja de venti-

U

Alejandro Lazcano Arranz Subdirector General de Planificación y Coordinación Informáticas

Ministerio de Trabajo e Inmigración febrero 2011 206

lación para el turbocompresor, con lo que la turbina trasera se dedicaba básicamente, a ventilar el motor. Así pues en 1998 surge el 911, 996 refrigerado por agua, que presenta los modelos Carrera 4 y cabrio, para con posterioridad en 1999 completar la gama con los clásicos Carrera con tracción exclusivamente posterior. Esta nueva serie mantiene la colocación trasera del motor, así como la disposición opuesta y horizontal de los cilindros, si bien el propulsor pasa a ser de aluminio, lo cual unido al nuevo sistema de refrigeración por agua, permite disminuir el tamaño, el nivel de contaminación y ruido y por tanto ampliar la potencia que pasa a ser de 300 caballos, lo cual le posibilita alcanzar los 100 km/h en salida parada en 4,6 segundos. Esta nueva serie aportaba la posibilidad de usar una caja manual de seis velocidades, o bien el cambio Tiptronic de cinco velocidades, lo cual unido a unas llantas de 18 pulgadas y discos ventilados con doble pistón en las pinzas, le confiere no sólo más velocidad, sino más agarre y más capacidad de frenado, es decir un incremento equilibrado de prestaciones. Tal vez la convivencia del 996 con el Boxster, y su morro con el mismo tipo de faros, los llamados de huevo frito, dada su peculiar forma, implicaba cierta confusión entre los posibles compradores, que no tenían muy clara

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a la refrigeración por agua la diferencia entre el Boxster y el 996 cabrio, sobre todo dada la diferencia de precio. Pues bien la mayor diferencia consistía en la disposición central del motor en el Boxster que le proporcionaba una conducción más tranquila, lo cual unido a la inferior potencia de su propulsor, lo orientaba a un público que gustaba de dar paseos tranquilos al aire libre sobre un Porsche, mientras que el 996 seguía destinado a los fans de una conducción más atrevida con sonido a caballos en cada acelerón. Yo tengo que reconocer que mi contacto inicial y posterior posesión del 996 fue totalmente casual, ya que cierto día que lleve a revisar el nivel de CO2 de mi 911 Targa, al taller habitual, me comentó su dueño y amigo Andrés Álvaro que estaba pensando en quedarse con un coche de una clienta que se había ido de España, y se lo había dejado para venderlo. La verdad es que cuando lo vi, me dio una impresión fantástica ya que estaba muy bien cuidado, pero no quedó ahí la cosa, ya que le dije a Andrés si me podía dar una vuelta, y evidentemente, a partir de ese momento tuve claro que aquel coche tenía que acabar en casa, lo cual sucedió a la vuelta de las vacaciones de verano. En cualquier caso, hay otra circunstancia que me asombró sobre este coche, ya que Lourdes, mi mujer, no se siente a gusto conduciendo los otros coches de nuestra cuadra, y le parecen muy duros, y fuertes de reacción, mientras que el 996 está siendo su compañero de paseos en los ratos libres, y tiene su lógica, ya que los 300 caballos de este coche se pueden controlar fácilmente gracias al cambio Tiptronic, y su sistema de control de régimen Motronic, que permite adecuar el acelerador al tipo de conducción que se quiera hacer más o menos rápida, y en mi caso, me permite cambiar gracias a las levas que lleva en los dos extremos del airbag del volante, con lo cual se puede conducir como un coche con cambio manual, o como un coche con cambio automático, con la diferencia de que en esta segunda modalidad, el primer tacto con el pedal del acelerador le sirve para detectar si queremos una conducción más o menos rápida,

y por tanto realiza los posteriores cambios de marcha al régimen que se le haya marcado inicialmente, salvo que cambiemos la secuencia con el freno, o bien con un pisotón fuerte sobre el acelerador, lo cual es lo habitual en los casos de adelantamientos, o cuando se atacan pendientes y se quiere ir más rápido de lo calculado por el Tiptronic. Cuando subes a este coche y te pones a andar, lo primero que percibes es un alto grado de seguridad activa y pasiva, ya que al agradable ritmo de marcha añade el enorme nivel de estabilidad en curva, la facilidad en el frenado, la rapidez de la dirección, y lo confortable de la posición sobre unos asientos que te envuelven la espalda y cuello, cuestión que he podido contrastar en un golpe que me dieron por atrás y del que en otro vehículo habría tenido problemas sobre todo entre cabeza y espalda, y que en este caso me sentí perfectamente sujeto, a lo que hay que unir los airbags delanteros y laterales. En definitiva este coche es un seguro de marcha ante cualquier tipo de circunstancias incluidas las de falta de adherencia que son contrarrestadas por su sistema PSM (Porsche Stability Management) que corrige electrónicamente cualquier cambio detectado en la trazada, ante lluvia, hielo o derrape y que en este modelo, se denomina TC. Como conclusión a estas notas, decir que se trata de un gran coche para los que gustamos de andar fuerte, y también para los que sólo desean ir tranquilos con todo tipo de seguridad. 207 febrero 2011